Por Carlos Avila

TRENTON-En la mañana del jueves 21 de agosto, comenzaron a circular numerosos mensajes alertando sobre la presencia de agentes de ICE en Trenton. Tras confirmar la situación, acudimos de inmediato a transmitir en vivo lo que ocurría en la calle Bayard, frente al estacionamiento de la iglesia St. Joachim.


Al llegar, ya había varias personas en el lugar, entre ellas concejalas, activistas comunitarios y oficiales de la policía de Trenton, quienes colocaron cinta amarilla para asegurar el área.
“Los agentes de ICE intentan arrestar a una persona, pero no tienen una orden judicial”, denunció una de las primeras testigos en llegar. La mujer también afirmó haber visto a un joven detenido dentro de uno de los vehículos de ICE estacionados frente a la casa.


Mientras recogíamos testimonios y declaraciones, un grupo de jóvenes de Resistencia en Acción levantaba sus voces en protesta, exigiendo que los agentes abandonaran Trenton.
“Si no tienen orden, no pueden entrar a la casa”, recalcó la concejala Yazminelly González, quien también se presentó temprano para respaldar a la comunidad.


A pesar de los constantes reclamos, los agentes no mostraron ninguna orden judicial. Los jóvenes y vecinos siguieron gritando con mas fuerza: “¡Fuera de Trenton!”


La calle fue cerrada desde South Clinton Street y ningún vehículo podía pasar. Con el paso de las horas, más autoridades locales llegaron al lugar, incluyendo al alcalde Reed Gusciora, la concejala Crystal Feliciano y el director de la Policía de Trenton, Steve Wilson. También se unió el pastor de la iglesia, Carlos Aguirre, quienes alzaron su voz a través de nuestros micrófonos y altavoces, repitiendo el mismo mensaje: que los agentes se fueran de la ciudad.


Finalmente, se supo que un juez negó la solicitud de ICE para emitir una orden, lo que obligó a los agentes a retirarse sin lograr su objetivo.


Lo más evidente en este incidente fue la unidad de la comunidad de Trenton, que dejó claro su rotundo rechazo a este tipo de operativos contra la población indocumentada que en su mayoría son gente humilde, trabajadores honrados y muchos de ellos con hijas e hijos ciudadanos americanos protegidos por la 14ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos.